sábado, 3 de septiembre de 2011

EL DESPERTAR

Abrí mis ojos, voltee mi cabeza y vi a Vesh a mi lado, mi mano esta en medio de sus manos que ya no me parecían frías, estaba arrodillado al lado de mi cama, su cabeza estaba suspendida en el aire, mirando hacia abajo, sus ojos estaban cerrados. Iba a sacar mi mano de en medio sus manos, cuando de repente abrió los ojos. Sus ojos plateados me miraban con extrañeza, esperando de pronto alguna palabra.
-hola. – dije tímidamente
Se abalanzo sobre mí, abrazándome fuertemente.
-cuanto tiempo llevo durmiendo?- pregunte
- 3 largos días- dijo aun sin soltarme
-tuve una pesadilla-dije
El me soltó y me miro fijamente
-lo lamento, no fue una pesadilla Eli, Armand te mordió.
-me mordió? Debes de estar bromeando, ni que él fuera… -por un momento recordé como tomo mi cuello y lo mordió. Mire a Vesh fijamente y su mirada me asusto al saber que lo que decía era verdad.
Me levante de la cama y me dirigí a el espejo del baño, mi piel estaba más blanca de lo normal, mis ojos verdes ahora eran grises, las heridas que Armand me había provocado no estaban, por ultimo puse la mano en mi pecho y no sentí ningún pulso cardiaco. En ese momento sentí miedo, pánico, estaba petrificada enfrente de mi espejo.
De repente Vesh puso sus manos en mis hombros.
-no te preocupes Eli, jamás te volveré a dejar sola. Y te enseñare todo lo que se, para que no sientas este cambio tan fuerte en tu vida. Sé que será un poco difícil, hasta que te acostumbras. -dijo suavemente
-te parece que convertirme en un vampiro, no es un cambio demasiado fuerte. Acaso no ves que no tengo pulso.- dije
-cálmate Eli, yo siempre estaré ahí para ti. Cuidare de ti. Y si es también moriría otra vez por ti. – dijo
Voltee lentamente y empecé a mirar detalladamente a Vesh. Sus ojos eran idénticos a los míos, su tez de piel era idéntica a la mía, y pose mi mano en su pecho y no sentí ningún pulso.
-cuando pensabas decirme que eras un Vampiro? – dije
-pensaba decírtelo pronto – dijo
-Que pasara con mi familia? – dije
-pediré tu mano en matrimonio, así será menos evidente tu transformación. – Dijo
-quiero ver a mi familia, te parece? – dije
-está bien Eli, alístate y salimos inmediatamente para allá.
Me quite la ropa desgarrada que tenia puesta, desde el día de mi incidente con Armand. Me puse un jean, una chaqueta y unas zapatillas. Baje las escaleras y en la puerta del carro estaba Vesh. De en medio de la noche salió una voz diciendo mi nombre.
-Eli.
-Al?- dije
-Hola venia a saludarte…- su mirada se desvió hacia Vesh.
-Al, necesito irme pronto, así que no puedo atenderte por ahora. Hablaremos después, te parece.
-si claro Eli. Hasta pronto Señor Vesh. – dijo sin despegar su mirada de él.
Hubo un silencio por unos cuantos minutos y después Vesh se movió rápidamente para abrirme la puerta y subirse al carro.
-porque Al te conoce Vesh? – dije
-acuérdate que yo vivo cerca Eli, él por obvias razones me conoce porque suelo comprar cosas ahí. – dijo
El arranco, iba demasiado rápido, pero esta vez la velocidad no me molestaba. Era como si la emoción por las cosas se hubiera ido. Era como si mis emociones se hubieran ido con mi vida.
Paramos en frente de mi casa y me disponía a abrir la puerta, y la escena que encontré era macabra. Toda mi familia había sido aniquilada, mis hermanos se encontraban en el suelo, degollados, sin una sola gota de sangre, mi madre y mi padre se encontraban recostados en la mesa del comedor también degollados.
La imagen que veían mis ojos era monstruosa. Vesh me tomo en medio de sus brazos, y por un momento sentí que mis emociones volvían, ya que mis lágrimas caían sin cesar. Me acerque a mi madre y vi que en sus manos tenía una carta, la tome y la leí.
“espero que hayas tenido un hermoso despertar, mi amada Elizabeth. ¿Sabes que es estar solo en este mundo? No?... pues siéntelo. Sabes tu madre tenía un delicioso sabor dulce. Tus hermanos también tenían un delicioso sabor. No te preocupes no sufrieron. Sabes algo? Tu padre tenía una premonición de que iba a llegar a pasar algo si te quedabas en casa, así que me encargue de darle ayuditas a sus pensamientos y sueños, para que salieras, y fuera más fácil tenerte cerca. Cuando me vio se aterro tanto que intento atacarme, diciendo que para salvarlos a todos, había desterrado de su casa a su hija mas amada. Es lindo saber que tu Padre te quería sabes, porque cuando las personas quieren demasiado, su sangre es más dulce que lo normal. Así que tu padre me dio un gran banquete .no me había dado un banquete tan exquisito desde la última vez que había mordido a alguien… creo que su nombre era Edward. Su sangre tenía el mismo sabor que el de tu padre, un sabor tan dulce, que es el amar a alguien con todo su corazón. Y el sabor de tu sangre fue lo más delicioso que he probado, amas a Vesh y eso realmente es muy tierno. Eso es lo que le dio valor a tu sangre humana. Ahora bien, podrás amar a alguien que bebe sangre humana igual que yo? Podrás aceptarte sabiendo que ahora eres una de nosotros?...con todo mi amor Armand.”
Estaba totalmente petrificada, no podía mover ningún musculo, estaba totalmente acabada. Me sentí como un monstruo, me sentí culpable de lo que les sucedió, me sentí muerta.

viernes, 17 de diciembre de 2010

BESOS DE SANGRE

- perdona que no te haya avisado que vendría, pero en verdad quería verte y hablar contigo a solas. –dijo
-Ok, no hay ningún problema. – dije
Busque en mi bolso las llave y abrí la puerta.
-Disculparas, no estaba preparada para tu visita y tengo un poco de desorden. –dije apenada
-Si no hay problema, me sentare en las sillas de la cocina, te molesta? –dijo
-No, como se te ocurre, tendrás que disculparme, por no tener muebles donde ubicarte –dije
Fui directamente a mi habitación, a dejar mi bolso. Por un momento, me puse a pensar < ¿de que querrá hablar Armand? o ¿será que me quiere decir que va a discutir con Vesh?>, deje el bolso encima del edredón y me dirigí a la cocina.
-Armand? –dije buscándolo
-me buscabas? –dijo detrás mío
Iba a voltearme y me abrazo, puso su barbilla en mi hombro y acerco su boca a mi oído.
-Nadie podrá oírte, de eso puedes estar segura. – dijo
Sentí como la sangre bajaba de mi rostro, dejándolo totalmente pálido, trate de soltarme y no podía, me tenia sujeta en medio de sus brazos.
-porque simplemente no bajaste la vez que te dije que quería hablar contigo? –dijo
-No podía, no quería que me vieras como estaba? –dije
-y como estabas, acaso simplemente no podías bajar a decirme lo que te pasaba, esa es la clase de confianza que me tenias?
-No es eso…
Sentí como volé por un momento, cuando a una velocidad casi inhumana me tiro contra un muro de la sala, golpeando fuertemente el cuerpo.
-quien te crees que eres para jugar conmigo, además sabias que te quería, porque te metiste con Vesh. –dijo furioso
-Lo lamento, no sabia lo que tu sentías, lo siento.-dije mirando hacia el suelo
Levante mi mirada y vi que sus ojos ya no tenían ese hermoso color gris, si no un tenebroso rojo carmesí. Estaba llorando, vi como sus lágrimas rodaban por sus mejillas, como fruncía la boca y como apretaba sus puños.
Trate de levantarme, pero estaba tan estropeada, que escasamente era un milagro que aun estuviera consiente.
-no puedes mentirme, tu sabias lo que sentía, dices lo que dices ahora, porque crees que Vesh es mejor que yo. –dijo
Se acerco lentamente a mí y me levanto del suelo sujetándome del cuello.
-vas a sufrir lo que he sufrido por siglos, quiero que sientas la soledad en tu sangre y entiendas que solo una vez se siente amor, y cuando no es correspondido es mejor que muera. –dijo
Volvió y me tiro contra el muro, pero esta vez fue con más fuerza, esta vez caí al suelo, y no podía levantarme del dolor, esta vez pensé que seria mi fin. Se me acerco una vez mas y me miro con odio. Vi como lloraba de la rabia que corría en su interior.
-como se siente? lo que tu sientes en este momento es lo que yo siento en mi interior, tu crees que porque soy frio, no puedo sentir?, te metiste con Vesh, sin primero consultarme a ver yo que opinaba o peor, yo que sentía.
Tomo mi cuerpo y lo puso sobre mi cama, estaba demasiado golpeada, así que no podía moverme. Se me acerco y mordió mi cuello…
Sentí como si el fuego entrara por mis venas y quemara todo a su paso, empecé a gritar del dolor. Después soltó mi cuello, me miro con sus ojos rojos y me dio un beso. Sentí como la sangre se detenía y un frio tenebroso entraba en mí, sentí que la vida que alguna vez hubo dentro de mí se iba, y daba paso a la muerte.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

LA VISITA

-que haces aquí. – dijo Vesh
-te estuve buscando y pues no se me ocurrió otro lugar para buscarte que aquí. Pero no pensaba que Eli estaría contigo. –dijo Armand
-si, vinimos un rato a conversar. Y pues estoy seguro que la quiero en verdad, y quiero estar con ella. –dijo seriamente y tomo mi mano.
Armand me miro fijamente, sus ojos eran penetrantes. Yo trataba de esquivar aquella mirada. Finalmente desvió su mirada al suelo y abrió la puerta de su auto.
-Esto es lo que realmente quieres Eli. –dijo mirándome fijamente de nuevo
Vesh puso también su mirada en mi, aquella mirada tan dulce, que hacia que lo que pensaba saliera con sutiles palabras.
-Yo lo quiero, y no sabes cuanto espere por volver a sentir, lo que ahora siento por el. – dije
-Ok, de acuerdo. Nos vemos en casa Vesh, te cuidas Eli.
Subió en su auto y se interno en la noche.
-No quiero que trasnoches más, así que iré a dejarte a tu casa. Pasare por ti hoy en la noche para que salgamos a pasear un rato, te parece? – dijo

Asentí con la cabeza, y el me tomo entre sus brazos y beso mi frente. Subimos al auto y nos dirigimos a mi casa.
Cuando llegamos, el bajo velozmente y abrió mi puerta.
-llegamos Eli. –dijo
-déjame aquí, yo no quiero demorarte Vesh, me imagino que tendrás que madrugar. – dije
-si, creo que tienes razón, me imagino que Armand me estará esperando para que hablemos… –dijo
-O quizás simplemente se fue a dormir. Recuerda que es muy tarde y la verdad es que a esta hora hay muy poca gente despierta. Y dudo que Armand sea de las personas que trasnochan solo para charlar. –Interrumpí
Se me acerco lentamente y cerró mi boca con un delicioso beso.
-Te veré después – dijo subiendo a su auto

Llegue a el edificio, estaba realmente solo, ni siquiera el guardia de seguridad se veía por los pasillos, me imagine que estaba rondando o haciendo alguna diligencia para alguno de los inquilinos. Cuando iba llegando a mi apartamento, detalle una silueta recostada sobre mi puerta.
Era Armand, pero su mirada no reflejaba tranquilidad, ni alegría, ni dolor, ni tristeza, mas bien producía miedo.

martes, 14 de diciembre de 2010

LA NOCHE SOÑADA


Exquisitos labios gélidos, pero a la vez eran tan suaves, con un dulce sabor.
Mi mano no podía soltar su bello rostro, no podía detenerme, tenía la adrenalina a mil por hora. Sus labios me hicieron sentir paz y tranquilidad.
No podía abrir mis ojos, en verdad que sentía mucho placer, tenerlo tan cerca y besarlo.
Me recostó en el suelo y separo sus labios de los míos, y me regalo una hermosa sonrisa. Se recostó sobre su hombro y se quedo observándome con tanta ternura, que sentí que podría derretirme en ese mismo lugar. No habían palabras, solo besos y abrazos.

Con una de sus manos, tomo mi cabello y lo acaricio, sin quitarme su hermosa mirada de encima.
-no sabes cuanto tiempo te espere. – dijo. Sus ojos mostraban tanto amor al verme.
-no tengo palabras para decirte lo que siento dentro de mi. Siento que el corazón me explotara. – dije
Volvió y poso sus labios sobre mí. La noche más dulce y deliciosa que habré vivido en mi vida. La noche que pensé que nunca pasaría, estaba pasando. El beso de película que siempre desee me sucediera algún día. Muchos pensamientos, muchos sentimientos y sobretodo mucho amor en cada beso.

El tiempo paso volando, creo que la noche era demasiado corta para 2 amantes, que querían demostrar cuanto se deseaban y amaban mutuamente. Era demasiado hermoso para ser tan real, creo que pensé que de pronto era un hermoso sueño. Así que me pellizque, y seguía viéndolo, frente a mi, con sus ojos cerrados, besando mis labios.
Se levanto y miro el reloj
-creo que es muy tarde, es hora de irte a dejar a casa. –dijo dulcemente, sin dejarme de mirar
-no me importaría amanecer contigo. –dije
Suavemente se levanto y al ponerse de pie, extendió su mano
-eres todo lo que he querido, y por lo mismo, quiero que estes bien, así que necesito dejarte en casa, para evitar que te de algún resfriado. –dijo
Me levante y nos dirigimos al auto, y divisamos entre la oscuridad, la presencia de alguien, creo que era…Armand

lunes, 13 de diciembre de 2010

EL LUGAR SECRETO

Íbamos en el auto, había mucho silencio entre los dos. Decidí prender la radio para que aquel silencio molesto acabara. Acerque mi mano a la radio y su mano se me atravesó, es como si supiera que yo iba a hacer eso, antes de que lo hiciera.
De pronto freno, y se quedo mirando mis ojos. Era como si esos hermosos ojos entraran dentro de mi mente y hurgaran mis pensamientos.
-llegamos. –dijo



Bajo y rápidamente abrió mi puerta.
Al abrir la puerta, observe un hermoso paisaje, donde la luna estaba sobre un gran lago. Tomo mi mano y nos introducimos en medio de las flores de color vino tinto. Las flores marcaban nuestro camino, como si frecuente mente pasara gente por aquel sendero.
Vesh se detuvo en frente de una pequeña planicie, que estaba rodeada de flores. Soltó mi mano y se sentó.
-Siéntate, por favor. –dijo
Me senté cerca de donde él estaba. Mis manos temblaban, mordía constantemente mis labios, mi cara empezaba a tomar un color rosado. De pronto el poso su hermosa y fría mano encima de mis manos sudorosas. Pensé varias veces en voltear a verlo, pero la pena que sentía era tanta, que escasamente era muy difícil mantenerme sentada, porque por otro lado, ya estaría desmayada.
El tomo mi barbilla con su otra mano fría, fijando mi rostro a su penetrante mirada. Otra vez sentí esa sensación, como si entrara a mi mente y hurgara mis pensamientos.
-seré yo, el causante de que tiembles y tu adrenalina se agite tanto? – dijo
No salían palabras de mi boca, es como si un gato me hubiera arrancado la lengua. No podía reaccionar, estaba petrificada.
Su mirada bajo y soltó mi barbilla, poniendo su mano en su rodilla.
-Tienes que dejar de pensar en mí. No soy alguien al quien tu podrás llevar a la playa a nadar, ni con quien puedas comer un helado en un día soleado, ni ha quien puedas amar tanto para casarte. – dijo
Mi temblor disminuyo, y pude por fin mover la boca.
-porque dices eso, claro que puedes hacer eso o mas. Y si no puedes, no importa. Tú así me gustas. – dije.
Su mirada volvió a posar en mí, sus ojos mostraban una felicidad al oír aquellas palabras.
Como puedes decir eso, no me conoces! – dijo
Podemos conocernos más, si quieres. – dije
Tome su barbilla con mi mano y pose mis cálidos labios sobre aquellos gélidos.

martes, 3 de agosto de 2010

LA CITA ESPERADA

Esta semana la he pasado trabajando muy duro donde doña Isabella, ella es una gran artista, reconocida en todo el mundo, ya que viene gente de diferentes países a comprar sus esplendidos cuadros. Es sábado, hoy es un día caluroso y parece que hoy también doña Isabella sacara una obra de arte, de pronto me acorde de una pregunta que quería hacerle a ella.
-Doña Isabella, le puedo hacer una pregunta?- dije mientras ella pintaba un cuadro de una hermosa mujer.
-dime Eli. - Contesto con su tierna voz
-hace cuanto que pinto ese cuadro que me regalo? – dije curiosa
-hace ya 68 años, tenia 12 años cuando lo pinte.
Mis dudas de si alguna vez había visto a Vesh se volvieron nulas, de pronto era al padre de Vesh al que ella había visto, soñado y pintado.

Cuando llegue a mi apartamento, me senté en el borde de la cama a observar el cuadro del Vampiro, y recordé el sueño que había tenido con Vesh.
Corrí y me aliste, me puse el vestido negro, los zapatos y la tiara, me pose lo mas bonita posible y al mirarme al espejo, vi que no era yo, era como si no me reconociera, me veía algo extraña, algo diferente.
Volví y me senté al borde de mi cama, y me puse a pensar “como espero que me llame si, no tiene mi numero, tampoco tiene mi dirección y menos sabe que me fui de casa”, me desanime un poco y empecé a quitarme las cosas, cuando de pronto tocaron la puerta.

Fui a abrir y no podía sostenerme de lo que mis ojos veían, era vesh con su hermoso traje elegante y su sombrero de copa, sus ojos plateados y su hermosa piel del color del mármol.
Mis piernas empezaron a temblar, pero que me estaba pasando?, porque cuando lo veo a el, me siento extraña?, porque mis ojos no pueden dejar de verlo?, porque su rostro es tan dulce y su mirada se posa en mi con tanta ternura?.
-Nos vamos? – dijo, posando su mano para que la tomara.
No podía moverme, hasta que reaccione.
-voy por las llaves. – me dirigí a mi alcoba
Que clase de tontería acababa de decir, porque no lo invite a pasar. Cogí mi bolso y metí las llaves y me dirigí hacia el.
Cuando íbamos acercándonos a la salida, vi su súper carro, me subí y me acorde que el es de los que conducen a una velocidad “mata almas”.
-A donde nos dirigimos?. – dije tratando de que mi voz saliera
-quiero mostrarte algo. – dijo posando su hermosa mirada a la carretera.
Seguimos a tal velocidad, que cuando pasamos por la bruma, es como si nos internáramos en la noche.

viernes, 11 de junio de 2010

CARTAS

Hoy es lunes, los rayos del sol entran por medio de mis persianas, yo estoy envuelta en mi sleeping.
Me levante y me dirigí al baño a cepillarme los dientes, bañarme y posteriormente desayunar para irme a trabajar. Cuando me estaba alistando me acorde del paquete que me había dado Armand el sábado, me puse a buscarlo y me senté en la cama para saber que era. Tenía el paquete sobre mis piernas, lo abrí lentamente, era un vestido rojo, con incrustaciones de rubíes, era un vestido corto, pero no dejaba de ser totalmente elegante. Dentro del paquete venia una Tikka de oro (una cadena que va en la cabeza) con un rubí en forma de gota, una cadena, pulsera, anillo y zapatos con incrustaciones de rubíes. Eran realmente hermosos los obsequios que había traído Armand para mí. Puse mi obsequio en el closet y me aliste para irme a trabajar.
Llame a mi madre, para contarle que todo estaba bien, y le di la dirección del apartamento para que me viniera a visitar.
Cuando llegue doña Isabella estaba abriendo la puerta.
-Buenos días Doña Isabella
-Buenos días Eli, cuéntame, como te fue en tu fin de semana.- dijo curiosa
-pues un poco atareado, ya que pues todo salió bien el sábado, con Armand, pero pues por otras cuestiones cambie de casa.
-¿como así Eli? – y ahora donde vives.
-Vivo en un apartamento apartado un poco del centro. Vivo bien y pues esta hecho para mi.-dije.
-Me alegra mucho que estés feliz en tu nuevo hogar, mientras yo te pueda ayudar con mucho gusto. –dijo
-muchas Gracias.
Doña Isabella y yo empezamos a acomodar el estudio para que ella empezara a trabajar. Hoy llegaron muchas personas a comprar cuadros, era gente de clase alta y se veían muy refinados. Mujeres con sus hermosos vestidos de Channel, y su joyería en oro y platino. Hoy tuvimos un día muy ajetreado.
Estaba en vacaciones, no tenía nada que hacer después de que saliera del trabajo, así que me fui a comer un helado. Cuando iba saliendo de la heladería me encontré con Lucia.
-hola Eli, ¿como estas?
-Bien, bueno Adiós.-dije
-espera. –dijo rápidamente
-¿que sucede?-dije sarcásticamente
-que te pasa Eli, desde hace ya 3 meses que estas toda extraña conmigo, y desde hace un mes que entramos a vacaciones, no he recibido ni una llamada tuya. –dijo
-he estado muy ocupada, he tenido mucho trabajo y además no me queda mucho tiempo, tengo cosas que hacer.- dije
-¿cosas como que?
-creo que eso a ti no te importa, solo tengo cosas y ya, que estés bien, adiós.
Sentí como su mano tibia cogió mi brazo y me detuvo.
-No me toques, Odio las personas como tú. – dije sin voltearla a mirar.
Ella soltó mi brazo y yo seguí mi camino.
Cuando iba subiendo a mi apartamento, y vi unas cosas en frente de mi puerta. Me iba acercando y vi unas rumas de tablas, unas bases y un colchón. Había una carta pegada a la puerta.

Hola Eli. Vinimos a visitarte, pero no nos acordamos que trabajabas hasta tarde ahora en vacaciones, te dejamos una cama, para que duermas bien. Nos estábamos imaginando que estarías durmiendo en el suelo. Por eso trajimos tu camita. En la administración quedan unas bolsas con tus edredones, y esperamos que este cambio sea algo importante para tu vida, te amamos. Nuestro padre sigue sin entender que tu eres demasiado joven aun para irse, pero la sola pronunciación de tu nombre, el se pone de colores y nos ignora. Averiguaremos que le pasa a ese anciano. Sabes que mamá no esta de acuerdo con tu partida, y antes quería venir a llevar tus cosas otra vez devuelta a casa, pero le sugerimos que no lo hiciera. Ella te echa mucho de menos y nosotros de verdad te extrañamos mucho a pesar de que apenas a pasado una noche. Te visitaremos o te llamaremos más de seguido. Estuvimos llamándote, pero no contestabas, me imagino que estabas ocupada. Recuerda que cuando necesites algo, llámanos hermanita. Te amamos. Edgar, Cristian y David.

Una lagrima cayo sobre la carta, ¿en verdad había tomado la decisión correcta?
Abrí la puerta y metí la cama al apartamento y baje a la administración por mis edredones.
Arme la cama y la tendí, cuando estaba extendiendo mi edredón negro, vi como un sobre caía al suelo. Deje el edredón encima de la cama y abrí el sobre. Había una carta dentro y 500 dólares. Abrí la carta.

hola mi amor, Eli te extraño mucho, porque te fuiste así de repente, no sabes que me puedes matar así. Mi corazón entiendo tus motivos, tus hermanos y yo hicimos una recolecta y logramos conseguir 500 dólares para que no te falte nada. Te iré a visitar mi niña, sabes que eres mi una niña que tengo. Cuídate mucho. Te ama mamá

Metí la carta en el sobre, la puse encima de la mesa, me senté en el borde de la cama y mire mis manos y vi como temblaban. senti como empezaban a bajarme las lágrimas por el rostro.